Cambios en el mundo del trabajo
La deshumanización de los trabajadores
Por Gerardo Codina (1)
En uno de sus recientes trabajos Byung-Chul Han denuncia lo que denomina infocracia o régimen de la información, como una amenaza a la democracia. Según dice, esta “forma de dominio en la que la información y su procesamiento mediante algoritmos e inteligencia artificial determinan de modo decisivo los procesos sociales, económicos y políticos”(2), potenciada por el despliegue de internet, habilita “las distorsiones informáticas de la democracia”(3), dado que “los análisis de datos mediante inteligencia artificial sustituyen a la esfera pública discursiva”. El dataísmo como forma de gestión social tecnocrática, supone “el fin de la democracia”(4), para el pensamiento del filósofo coreano.
La distopía que proyecta Han en su denuncia, ya opera en el espacio laboral, corroborando una tesis fundamental del estudioso de la psicodinámica del trabajo, Christophe Dejours, quien señaló que las relaciones laborales constituyen el corazón de las relaciones sociales, “ya que al analizar el trabajo concreto se puede identificar in statu nascendi cómo se crean y se destruyen las condiciones de la convivencia que son el objeto mismo de la política”(5), hasta el punto que anticipan las tendencias que luego se proyectan sobre el conjunto de la sociedad. Esta condición fue puesta de relieve por la colega Miriam Wlosko en su presentación de la obra de Dejours “Trabajo Vivo” en la Feria del Libro de 2012. Decía entonces Wlosko “la tesis de la ‘centralidad política del trabajo’ supone que el trabajo tiene un papel determinante en las relaciones que permiten a los individuos vivir en sociedad.”
Como ejemplo del dataísmo denunciado por Han y que se puede encontrar en el seno de las relaciones laborales, mencionemos uno. “Amazon tiene un sistema de control de la productividad basado en un software que mide la cantidad de tiempo que los empleados están conectados a sus herramientas de trabajo, tanto en sus oficinas como en los centros de logística y de fabricación de productos”, sistema que ha sido identificado por los trabajadores como “un factor decisivo en las lesiones que han sufrido por estrés repetitivo”(6). La suma de los tiempos ‘muertos’ para la lógica de la empresa, aquellos en los que las herramientas de trabajo están inactivas, determina uno de los parámetros utilizados para establecer la ‘productividad’ del trabajador, además de la exigencia de lograr determinadas metas cuantitativas. Mucho tiempo ‘muerto’ descalifica al operario y lo hace candidato al despido.
De otra forma, también las empresas de envíos a domicilio como Rappi utilizan algoritmos para calificar a sus trabajadores, midiendo sus desempeños individuales y premiando con más trabajo a los más ‘productivos’. La principal diferencia con el ejemplo anterior estriba en que en estos casos, para encubrir la total precarización del vínculo laboral, los repartidores no tienen un salario por su trabajo, sino “ganancias”, que se incrementan de acuerdo a la cantidad de pedidos que entregan y con las propinas que reciben.
Estos vínculos laborales encubiertos son semejantes a la condición de “socios” o “socias” que proponen Uber o Avon, engalanadas con capacitaciones y estímulos para el desarrollo de los propios “emprendimientos”, y se emparentan estrechamente con la naturalización de una sociedad neoliberal en la que cada cual se debe hacer cargo de su propio destino, sin interrogarse por las condiciones históricas en las que se desenvuelve. La diferencia estriba en la menor recurrencia al dataísmo informático como herramienta de gestión de ese personal, que se auto explota como “empresario de sí mismo”, para utilizar la expresión de Foucault(7).
La centralidad del trabajo no se verifica solamente en el terreno de su impacto en el conjunto de las relaciones sociales sino que, además y principalmente, en la subjetividad de los individuos ya que, al decir de Dejours “el trabajo es central para la formación de la identidad y de la salud mental”(8). Por eso señala que “El trabajo en su forma contemporánea ha generado un aumento de las patologías mentales” que agrupa en cinco categorías. “Las patologías de sobrecarga, en particular el síndrome de Burn–out, el Karoshi y los problemas músculo-esqueléticos”.
“Las patologías que complican las agresiones cuya víctima es el personal en ejercicio de sus funciones profesionales (…) de manera notable en las actividades de servicio…” “Las patologías de personas que son privadas de empleo o que son despedidas”. “Las patologías del acoso y del “mobbing” y “Las patologías depresivas, que pueden llegar hasta las tentativas de suicidio y suicidios en los lugares de trabajo.” Muchas de estas cuestiones abordadas en la reciente Convención 190 de la OIT, ratificada por nuestro país.
En referencia a este último aspecto, un notable trabajo(9) refleja las consecuencias en los trabajadores de la privatización de Entel y de los dispositivos de gestión empresaria de Telecom usados aquí, que fueron anticipatorios de los que ejecutó luego en Francia y que allí se visibilizaron por una oleada de suicidios de trabajadores, en muchos casos en los lugares de trabajo. La investigación rigurosa de Pierbattisti sirvió de base al documental “Retiros (in) voluntarios”(10) que muestra lo sucedido en paralelo acá y en Francia, poniendo de relieve la diferente capacidad de resiliencia de los trabajadores de uno y otro país, en base al desigual entramado social de sostén, especialmente la organización sindical.
Sin esos extremos o presencia documentada de karaoshi(11) en el país, la jornadas extenuantes a las que muchos se someten, combinadas con momentos de descanso que no respetan los ciclos vitales de los individuos, promueven el uso de psicofármacos como recurso de ajuste a las duras condiciones laborales, como se puede verificar entre trabajadores aduaneros en pasos de frontera de alta intensidad de tránsito(12) o personal embarcado en pesqueros, que trabajan turnos de seis horas, seguidas de otras seis de descanso, día y noche, por semanas.
Las implicancias de mediano plazo en la subjetividad de estos regímenes laborales sólo pueden pensarse en términos de deshumanización de los trabajadores, reducidos a la condición de autómatas. En su carrera desenfrenada por un plus de goce, el capitalismo desnuda su potencia destructiva, no sólo de la naturaleza y las personas, sino de la sociabilidad democrática, como señala Han.
NOTAS:
(1) Gerardo Codina es Lic. en Psicología (UBA 1982). Especialista en Políticas Sociales (FLACSO 2001). Director de Sistemas de Salud del Instituto del Mundo del Trabajo Julio Godio de la UNTREF. Miembro del Consejo Editorial de la Asociación Civil, Cultural y Biblioteca Popular Tesis 11. Fue Secretario General de la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires (2017-2019), Ex Director Provincial de Coordinación de Consejos Departamentales del Consejo del Menor PBA (2000-2001), Ex Coordinador del Presupuesto Participativo de la Ciudad de Buenos Aires (2004-2006). Ex integrante del Gabinete de Asesores del Ministro de Trabajo de la Nación, Dr. Carlos Tomada (2007-2015).
(2) Han, Byung-Chul. Infocracia. Capítulo 1. El Régimen de la Información. Pág. 9.
(3) Ibídem. Capítulo 2. Infocracia. Página 38.
(4) Ibídem. Capítulo 4. Racionalidad Digital. Página 69. Agreguemos o su posible reemplazo por un simulacro de política democrática a través de la manipulación informativa, el microtargeting de la publicidad en las redes sociales y las campañas de odio promovidas por bots y trolls. En muchos sentidos, el futuro ya llegó.
(5) Dejours, Christophe. Trabajo Vivo, tomo II Trabajo y Emancipación. Capítulo VII, el Espacio de Deliberación en el Trabajo. Página 161.
(7) Foucault, M. (2012) El nacimiento de la biopolítica. Curso en el Collège de France, 1978-1979, Buenos Aires: FCE, 2012.
(9) Pierbattisti, Damián. La privatización de los cuerpos. La construcción de la proactividad neoliberal en el ámbito de las telecomunicaciones, 1991-2001. Ed. Prometeo Libros. 2008. Buenos Aires.
(10) https://www.pagina12.com.ar/383565-retiros-in-voluntarios-el-capitalismo-mas-salvaje
(11) Muerte por agotamiento a causa de interminables jornadas de trabajo que se extienden por semanas, que los afectados no registran hasta que colapsan. Es la segunda causa de muerte de adultos en Japón, después de los accidentes de tránsito. https://www.bbc.com/mundo/vert-cap-37391172
(12) De acuerdo a lo investigado por nosotros a pedido del Sindicato Único del Personal de Aduanas (SUPARA) y a lo conversado con dirigentes de la Federación Marítima, Portuaria y de la Industria Naval (FEMPINRA) en ocasión de asistir a la formulación de un Protocolo de Prevención de la Violencia y el Acoso Laboral para la actividad.